miércoles, 10 de febrero de 2016

Mi escencia es lo más valioso que tengo.

Estaba acostada como años atrás con un papel y un lápiz escuchaba la canción de Héroes de Bowie y eso me hizo recordar que mucho de lo que solía escribir tenía la esencia de sus letras y pude percatarme que no tenía nada que hacer que había terminado con los laborales que nos marca la sociedad, que hace tiempo no tenía un tiempo para mí (redundante el asunto). Hablando claro conmigo misma: ¡Soy un desastre! Mi vida no tiene ni cabeza ni pies. Caótica, loca, extraña y un tanto solitaria. Podría lamentar este hecho, llorar y auto compadecerme, pero… ¡Así es perfecta es lo único qué siempre tuve claro, aunque lágrimas me han costado!
Lo que soy es lo que tengo, no soy un papel secundario de mi propia existencia. Me gusta lo que siento ante situaciones distintas, porque aprendí a llorar cuando debo y a sonreírle al momento, no importa cuán duro sea, la realidad es que es sólo eso, un momento. No busco lo que no soy, pero soy todo lo que yo quiero. Al final de esta historia me recordarán como yo quiero ser recordada, una y mil personas me recordarán con una sonrisa, haya sido lo que haya sido, habré dejado ya alguna huella.
Me costó media vida de que llevo entender el concepto, aceptarme a mí misma tal como soy; y es que lo que soy ya nada podrá cambiarlo, ni yo. Simplemente me acepto como un ser vulnerable pero extremadamente fuerte, que he afrontado la vida con cientos de ‘errores’ y con consecuencias, no importa lo difícil que sean, nada me ha hecho crecer más que tomar decisiones aceptando con responsabilidad cada una de ellas.
No intento caer bien ni mal. No estoy para llenar expectativas de nadie, sino las propias. He amado inmensamente y sin limitaciones. He roto y me han roto el corazón. Pero sigo convencida de que el amor, sentir el amor es de las sensaciones más supremas en la vida. He sido amiga y enemiga. Amiga por convicción y enemiga por decisión, aunque mi tiempo no lo pierdo odiando. He dado lo más que he podido por una amistad aunque esas amistades me hayan pasado de largo y yo a ellas. No soy la hija perfecta ni lo que mamá quiso, pero mamá no puede negar que nadie la ama como yo, y de mi padre no tengo ningún comentario al respecto por qué hoy en día no sé que siento por él es de las cosas que no he podido solucionar.
Mis sentimientos son un huracán. Amo, odio, río y lloro al mismo tiempo. Todo está a flor de piel en mi persona. Nunca seré ciudadana modelo,  pero al menos garantizo que mis pensamientos psicópatas no serán más fuertes que mi amor a la humanidad. No soy de una u otra clase social. Pero aspiro a mucho, soy ambiciosa y entre mis temores está eso, odio la mediocridad, odio el conformismo por qué en futuro me veo volando no sé si sola o con alguien pero tiene que estar a la altura de esos sueños.  Aunque el dinero y las marcas son sólo un accesorio, quizá necesario; pero accesorio al final de cuentas.
He descubierto lo maravillosa que soy. Lo importante que soy y todo lo que puedo dar. Soy una mujer bella a mí propio modo y sé que lo soy porque no soy perfecta, pero soy única y rara especie. Busco ser libre y volar hacia horizontes lejanos. Decirle al mundo: “esta soy yo, y soy un espíritu libre“. Sé que encontraré piedras en el camino por qué la gente no está preparada para lidiar con una persona así silvestre  un tanto  rebelde, así es como se siente una ave enjaulada.
No andaré con tapujos, esta es la que yo soy, y por nadie en el mundo podré cambiar lo que ves. 

Créeme sé lo difícil que soy.



No sabes cuánto lamento ser tan difícil, cuánto lamento que así lo pienses; difícil es la palabra con la que me puedo definir en este momento, pero debes saber que esto va más allá de mí, en la vida nada me ha sido fácil y cuando alguien me presenta algo como esto, tan fácil, no me lo creo, necesito sentir ese reto que toda la vida se me ha presentado.
Este amor que proporcionas es tan sencillo, fuera de mi zona de confort, esa en la que he permanecido durante años; sé que soy difícil en cuanto a mi forma de pensar, soy un alma vieja llena de cicatrices por doquier, enjaulada en un cuerpo de adolescente, difícil de tratar porque no me presento tal cual soy ante nadie, porque estoy llena de escudos, porque me encerré en este cuerpo. Sé que también soy difícil de querer porque soy diferente, porque no puedo dejarme querer como cualquier persona; eso es porque me gusta el desafío de la diferencia y no lo ordinario, de saber que no soy igual a los demás y que a mí no se me quiere como a cualquier persona.
Difícil de soportar, de soportar mis arranques de la nada, mis estados de ánimo de un momento a otro, soportar que siempre debata contigo porque aspiro a mucho y quiero que me acompañes, pero que te adelantes un poquito para hacer más fácil el camino, quiero tanto pero contigo.